Pero en los últimos tiempos han salido a la luz varios hallazgos bastante interesantes, que contradicen la historia tal y como la conocemos,esto es desde la óptica de que necesariamente debe existir el poder del más fuerte, que el ser humano es así.
Leyendo a la escritora Casilda Rodrigañez en su libro "El asalto al hades", pude descubrir algo más que un mito: La existencia de una civilización y cultura durante el neolítico con valores muy diferentes a los actuales: La vieja Europa y la vieja cuenca mediterrábea de la cultura pre-indoeuropea.
Lo mejor de su ensayo es que se basa en datos arqueológicos demostrables, huyendo de lo esotérico y de la facilona conspiranoia.
En su analisis , Rodrigañez, nombra continuamente a dos conocidos arquéologos:
A Marija Gimbutas ,en las excavaciones de la llamada vieja Europa neolítica, y a James Mellaart, en la península de Anatólia ,actual Turquía.
Ambos concluyen a partir de sus excavaciones el hallazgo de una cultura basada en la mujer, agricola, sedentaria, igualitaria y pacifica, donde no existía el estado ni el patriarcado, ni guerra ni pobreza ni prostitución.
Esta cultura tiene puntos en común en diferentes puntos terráqueos que han sido estudiados.
Por su parte , Gimbutas, habla de pequeñas ciudades más que pueblos con una organización social compleja no jerarquizada localizada en la vieja Europa, concretamente desde el sur de la actual Hungría,este y sur de Ukrania, Moldavia, Rumania y Bulgaria, en los montes del Cárpatos, Transilvania y en los Balcanes, Macedonia, Tracia , Grecia(Creta), e islas del Egeo, la antigua Yugoeslavia, Sur de Italia, las actuales republicas Checa y eslovaca, Austria y hasta el sur de Polonia, encuadrados temporalmente entre el 7000 y el 3500 Antes de nuestra era.
Por otro lado, James Melaart centra su trabajo en la peninsula de Anatolia,Turquía, en concreto en las ciudades de Kathal Huyuk y Havila.
Estos pueblos desarrollaron un modo de convivencia similar y contemporáneo a los desarrollados en Mesopotamia, Siria, Palestina y Egipto. Sin embargo, mientras estos últimos estan en los libros de historia, los relacionados con la "vieja Europa", ni siquiera salen en los documentales más modernos sobre la historia de la humanidad.
Marija Gimbutas
Gimbutas tambien cita que en sus propias excavaciones se evidencia que entre hace 8000 y 6000 años la gente vivía más comodamente que en algunos lugares del siglo XX, comenta que desenterraron casas espaciosas y pulcras con losas de piedra en el suelo y diversos artefactos notables como exquisitas vasijas o esculturas de tamaño natural, algo que siempre ha sido asociado a las culturas guerreras e imperialistas, como los egipcios o los romanos.
En estas poblaciones se han hallado representaciones donde no se muestra ni una sola escena guerrera, sacrificio o conflicto de ningún tipo.
Asoma, pues , una cultura basada en la celebración de la vida. No hay hordas ni estados, sino poblaciones autónomas de varios miles de habitantes.
Conocen la metalurgia, pero no la utilizan para fabricar armas; no se levantan fortificaciones ni hay signos de violencia, en cambio, existe una cultura y un arte floreciente.
Todos estos interesantes descubrimientos se han dejado de lado y no los estudiamos en los libros de historia, ni salen en los periodicos, ni en las revistas de historia, ni , por supuesto, en los minusculos apartados que dedica el telediario a este tipo de hallazgos.
Hace unos años , en un ateneo de Barcelona invitamos a Jon Rodrigañez, el hijo de Casilda, a dar una charla para presentar uno de los libros de su madre. Nuestra sorpresa fue mayuscula, cuando además de ello nos contó que era arqueólogo y que estaba siguiendo los rastros escondidos de la vieja Europa, mostrandonos in situ diapositivas de sus excavaciones , las cuales habían sido cerradas sin muchas explicaciones. No nos lo podiamos creer. Aquello desde luego, olía a chamusquina.
Mucho tiempo antes , el viejo anarquista Kropotkin,naturalista, biólogo y filósofo, había dado ya algunos puntos de fuga sobre la reescritura de la historia humana. en "el apoyo mutuo" habla de la nada desdeñable ayuda mutua entre los que él llama salvajes o entre los bárbaros. Da varios ejemplos para sostener su teoría , pero no posee excavaciones tan documentadas.
Aún siendo una obra maestra, estamos ante un texto clásico de un filósofo del siglo XIX, principios del XX, con todo lo que esto conlleva.
Así que yo sigo preguntandome ¿cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a leer las telúricas redes de la vida de nuestros ancestros?
¿seremos capaces de descubrir otros pasados o nuestros cerebros permanecerán para siempre alienados en este tecnológico presente de explotación?
Animo desde aquí a los nuevos historiadores y arqueólogos a ser valientes a la vez que curiosos.