Las fiestas populares siempre han sido motivo de desahogo de la humanidad desde tiempos inmemoriales. En sus comienzos además, tuvo mucho de ritual.
Tampoco podemos negar la cuestión liberadora para el conjunto de los pueblos que a lo largo de la historia han sentido el yugo de los poderes de turno durante buena parte del año mediante el trabajo.
Otra cosa serían las fiestas del fin de semana en la cultura actual que seguramente sirva de válvula de escape de la alienante cotidianidad del capitalismo tardío.
Pero vayamos al lío.
No voy a entrar en los orígenes totales de la humanidad ni en los tiempos de Sumeria o Egipto; voy a comenzar por la cultura grecolatina, pues en gran parte somos los pueblos de Occidente herederos directos de la misma.
Culto a Dionisos |
CULTURA GRECOLATINA CLÁSICA
La cultura clásica no distinguía entre fiestas paganas y religiosas ni tampoco se dividían por clases sociales.
En la Grecia clásica encontramos Las Adonias, en honor a Afrodita y Adonis. Duraban dos días y eran celebradas solo por mujeres.
El primer día enterraban a Adonis, joven sumamente hermoso que había enamorado locamente a Afrodita, y cuyo culto se desarrollaba alrededor de la poetisa Safo, icono del lesbianismo, sobre el 600 AC.
Por otro lado, estaban las Tesmoforías que tenían lugar en verano , y donde se celebraba la muerte de Deméter, diosa de la cosecha. En estas fiestas, las mujeres casadas dejaban el hogar, y se iban a refugios temporales fuera de la Polis y ahí realizaban sus ritos festivos. Por supuesto, las solteras y los hombres no podían ir.
Hoy, cerca de Petra (Grecia) se celebra una variante el 8 de enero donde los hombres se quedan en casa y solo las mujeres pueden ir a las tabernas.
También se celebraban las Antesterías en honor a Dionisos, entre el 11 y el 13 de febrero, donde se abría el vino nuevo de la cosecha: de hecho, son consideradas las verdaderas olimpiadas del vino. Y aquí entraríamos en el tema de las celebraciones Dionisiacas, pero hemos de puntualizar que se trata no de una celebración popular sino de ritos de los fieles del culto a Dionisos, dios del vino, pero también de la fertilidad, la embriaguez y el éxtasis creativo.
Estaban las Grandes Dionisíacas en primavera donde se desataba la locura ,que ellos llamaban “manía”, y que se trataba de un estado delirante producido por la ingestión del vino sumado a una danza frenética hasta llegar al éxtasis. ¿Os suena?
Las Leneas eran las Dionisíacas de invierno, y el evento era sostenido por las sacerdotisas báquicas, o bacantes, sostenidas en el mencionado delirio, ayudadas por alcohol y alucinógenos. Ellas eran las encargadas de preservar los misterios báquicos y llevaban a cabo orgías secretas en su mayoría prohibidas a hombres. Se ha querido ver en esto el origen de los posteriores aquelarres.
Y llegamos a la civilización romana clásica, y la distinguiremos de otros periodos romanos pues Roma tiene diferentes etapas y no todas son iguales, la Roma clásica es pagana y politeísta y la tardorromana monoteísta y cristiana.
Si hay unas fiestas que destacan, esas serán los Saturnales, celebrados entre el 17 y el 23 de diciembre, y eran como una especie de Carnaval y Navidad a la vez, de hecho hay quién ha visto en ellos el origen pagano de las actuales fiestas navideñas.
Eran consideradas la fiesta de los esclavos, pues en realidad suponía el fin de la cosecha de invierno donde además, esclavos y esclavas recibían tres litros y medio de vino extra.
Durante el juego de los dados, los esclavos tenían permiso para ir desgranando al amo, verdades incómodas, aunque también podía darse el caso de crear el juego del mundo al revés, donde los amos servían a los esclavos. Por supuesto, se caricaturizaban a las leyes y a los cargos públicos.
Algunas veces el Senado tomó cartas en el asunto y fueron prohibidas. ¿Os vuelve a sonar?
El mítico anarquista Luiggi Fabri decía de las Saturnales que “mostraban al ser humano viviendo libre sin ley ni amo y eso es un indicio de que el alma humana ha aspirado siempre a la libertad.”
Y es que, como decía una profesora mía “Los antiguos eran antiguos , pero no tontos”.
FIESTAS MEDIEVALES
Tenemos la imagen de la Edad media como una época oscura y tremendamente religiosa y recatada, pero no es tan así, y cada vez más la historiografía aporta datos que desmienten esta cuestión.
En época medieval se celebraban las Calendas, la llamada fiesta de los locos, y que hoy quizás se ha correspondido con el día de los inocentes en una versión mucho más “light”.
La fiesta de los locos imita descaradamente al mundo al revés de los Saturnales. Se trataba de la celebración de una misa burlesca, parodia de la oficial cristiana y que era puesta en escena por un bufón-obispo con un discurso absurdo. En vez de incienso se encendían excrementos y se comían salchichas en el altar.
Y luego, por supuesto, el vino corría a “tutiplein”.
Esto lo hacían dentro de la misma iglesia.
Tras los excesos, salían algunos y algunas desnudos/as por toda la ciudad, subidos en carretas llenas de basuras que tiraban al pueblo que acompañaba las carretas.
Brueghel el viejo tiene varios cuadros sobre esto, como “La fiesta de los locos” un grabado de 1559.
Una de las pinturas de Brueghel El viejo. |
Si habéis estado en las fiestas de Bilbao, recuerda mucho a la bajada previa al txupinazo, donde tras una copiosa comida en las txoznas, las comparsas bajan por las calles del casco viejo completamente embriagados mientras desde las ventanas se les echa agua sin parar.
Sí, siempre hay alguien que lo ha hecho antes.
En todo caso, en la Edad media también se invertían las jerarquías poniendo de relieve lo efímero de la riqueza material.
Y por supuesto, el poder del momento, el eclesiástico, también tomo cartas en el asunto, prohibiéndolas.
Pero siempre vuelven.
EDAD MODERNA
Quizás un ejemplo paradigmático de fiestas populares y desfasadas de esta época deban ser los Carnavales, y en este caso, los más famosos de todos: los de Venecia.
¿Podríamos evocar las angostas calles llenas de oscuridad entre el misterio y donde las máscaras equiparan las clases sociales?
Por supuesto, existirán en estas celebraciones la sátira prohibida durante la normalidad, cuando estamos bajo el yugo de los poderosos y sus leyes. De hecho, y como no,fueron prohibidos en varias ocasiones.
Al final de la Edad moderna se van a crear unas fiestas curiosas al calor de la revolución francesa.
Se trataba de festivales revolucionarios, les “Fêtes Décadaires”, que tenían por objeto introducir las ideas fundamentales de la revolución al pueblo francés, se realizaron durante la etapa revolucionaria entre 1789 y 1799.
De la misma manera que pasaba con los ritos dionisíacos , aquí también respondían a un culto, el Decadario, una especie de religión nueva que intentaron poner en marcha los revolucionarios para acabar con la religión cristiana, pero hubieron otros intentos de cultos ateos : el culto de la Razón o el culto del Ser Supremo.
Se celebraba el último día de la semana revolucionaria que había cambiado a 10 días, el Decadir, que sustituye al domingo cristiano.
El vestuario, como en los Carnavales de Venecia, eran importantes, por ejemplo, el atuendo de los “sans-culottes” (clases populares urbanas), hacía de significación política.
Sobre 1793 se celebraba el Festival de la razón, donde una mujer personificada de libertad luchaba contra la tradición. Todo era adornado con figuras de filósofos y recuperaron al Hércules clásico para las fiestas, como símbolo de libertad e igualdad.
Fiesta de la Razón. 1793. |
Napoleón acabará con todo esto.
Otro estado revolucionario también cambiará el tipo de fiestas por motivos políticos : en la URSS las fiestas populares serán las de mayo. El 1 de mayo se celebraba el día del trabajador y la entrada de la primavera y por lo visto, era un fiestón que podía durar hasta el 9 de mayo, dia de la victoria durante la II guerra mundial, y que imagino regado por ingentes cantidades de vodka socializado.
LAS FIESTAS POPULARES CONTEMPORÁNEAS EN EL ESTADO ESPAÑOL
Pero, amigos y amigas, ha llegado el momento de acotar, pues sino, esto resultaría interminable, y a estas alturas seguro que tienes ganas de fiesta. Vamos a ir con algunas de las fiestas populares y muchas veces combativas en el estado español en épocas más recientes.
a) Los orígenes de las Fallas de Valencia hemos de buscarlos en una celebración del Gremio de carpinteros, que fue popularizada a fines del siglo XIX. Sin embargo, hay referencias a estas fiestas ya en 1774.
A principios del siglo XX conforme va cayendo la estructura gremial, se va convirtiendo en una fiesta sindical, donde las diferentes agrupaciones y sindicatos controlan las comisiones de fiestas. A las autoridades no les va a gustar esto, y lo van a mirar con recelo, pero a estas alturas del artículo ya estamos acostumbrados a ello.
La crítica al poder será una constante en las decoraciones falleras, y la quema de personajes públicos harán del fuego una verdadera liturgia de purificación.
Con el advenimiento de la II República, las fallas estarán colmadas de elementos sindicales como la UGT o la CNT, y el Partido Sindicalista, escisión de la CNT, que en los poblados marítimos de la capital tendrán bastante fuerza. Por supuesto también habrá militantes del Partido Republicano Autonomista de Blasco Ibañez o Esquerra Valenciana.
Documental sobre Fallas 1937 |
Tras el estallido de la contienda civil, se celebrarán solo las Fallas Antifascistas de 1937 en la entonces capital de la República, dirigidas por el artista comunista Josep Renau, el cual firma un manifiesto, donde arenga a convertir la critica social de las Fallas en una expresión más de la Revolución social que está teniendo lugar. Se trata de la confección de 4 Fallas de contenido antifascista, realizadas en el Taller del Sindicato de arte popular de la CNT, y que debido a los bombardeos fascistas solo podrán exponerse en la céntrica Lonja.
Paralelamente, en Granada, a iniciativa de un Batallón de Dénia de milicianos, el Juan Marco, se improvisan unas fallas allí mismo, cuya crítica se dirige directamente a Queipo de Llano.
Por otro lado, los fascistas harán lo propio y construirán una falla anticomunista en Toledo.
Tras el triunfo franquista, el dictador instrumentalizará las Fallas, haciéndolas servir para su propósito ideológico, y convirtiéndolas por muchos años y hasta hoy, prácticamente en unas fiestas conservadoras y religiosas.
Para muestra un botón, en marzo de 1976 en plena transición, la mitica revista contracultural Ajoblanco realizó un dossier especial de fallas donde reinaba el humor irreverente y las irónicas citas LGTB, metiéndose incluso con la fallera mayor.
Portada del polémico Ajoblanco |
No sabían lo que hacían : en poco tiempo las amenazas de bomba a la redacción por parte de la extrema derecha valenciana fueron una constante. Cabe recordar que un año después la revista satírica El Papus recibió un paquete bomba por parte de la extrema derecha con el resultado de un muerto.
Sin embargo, a fines de los 70, comienza su andadura la Falla de Arrancapins, la cual decide regirse de manera asamblearia, y no por presidencias. Además, la temática de sus Fallas será muy crítica contra la OTAN, contra los recortes, por los derechos de las mujeres , etc.
Posteriormente, surgirían otros colectivos que realizan Fallas alternativas como las Fallas populars i combatives en 2002 o las Fallas antifascistas, en 2017.
Últimamente, se ha querido retomar la Coordinadora de Fallas Populares de los barrios: la Junta Solar Fallera, la cual realizaba actos conjuntos y estaba integrada por las Fallas populars i combatives, las Fallas Antifascistas, las Fallas Populares Autogestionadas del Cabanyal, las Fallas Populares de Benimaclet y la histórica Ca Revolta.
b) Batalla naval de Vallecas. Para combatir el calor de Madrid en verano se creó esta curiosa fiesta que consiste en tirarse agua sin parar. Desde 1982, y al calor de la tradición contracultural del popular barrio se organiza por colectivos vecinales, juveniles y sociales.
c) Festes Populars de Gracia i Sants. Ambas se distinguen por la ornamentación de sus calles por parte de los vecinos y vecinas, que son exhibidas durante Agosto, podemos distinguir varias:
Por un lado las Festes Majors, las oficiales, y por otro, las Alternativas o Autogestionadas, o como en el caso de Gracia, además, las libertarias. La fiesta tiene una tradición de unos 200 años, pero se han revitalizado en los últimos tiempos.
Durante el tardofranquismo tuvieron un carácter muy reivindicativo, tanto contra la Dictadura como en el hecho de apoyar la cultura y la lengua catalana, entonces acorralada por el régimen.
En los últimos años, las fiestas alternativas se han visto criminalizadas debido a la denuncia de ciertos sectores en pro de unas fiestas más cívicas. Desde ciertos periódicos, además , lo que se ha criminalizado en concreto, han sido las fiestas alternativas.
Lo cierto, es que en cierta manera se han masificado bestialmente, debido a la turistificación que ha sufrido la Ciudad Condal.
Además, se ha militarizado el espacio público, al desalojar violentamente las calles durante la madrugada las dotaciones antidisturbios de los Mossos d 'Esquadra.
d) Las fiestas de Euskal Herria, y concretamente la Aste Nagusia de Bilbao son , quizás las fiestas más potentes y reivindicativas del estado español, debido a la situación concreta que se ha vivido históricamente en Euskadi y Navarra.
En todos los pueblos se suelen celebrar las fiestas de verano y en muchos están las conocidas “txoznas”, barracas donde se sirve alcohol y bocatas y cuyos beneficios muchas veces van a parar a colectivos políticos y sociales. Es por ello, que alguna vez han sido prohibidas, acusadas de financiar a ETA, como las txoznas de Iruña-Pamplona o sus decoraciones retiradas por dar apoyo a los presos vascos, como sucedió con la txozna de Txori Barrote en Bilbao.
Imagen de las txoznas de Bilbao a la noche |
No podemos obviar que durante los años 80, las fiestas de Euskadi fueron las que abanderaron los conciertos punks llenísimos de gente, siendo un referente a nivel internacional para el movimiento punk. Y sí, quizás sea igual de irreverente el punk en sus orígenes como las fiesta de los locos en plena Edad Media.
En Euskal Herria hay varias fiestas que merecen la pena...el abordaje pirata de Donosti- San Sebastián, la fiesta de la Blanca en Vitoria-Gasteiz y por supuesto la Aste Nagusia de Bilbao.
Durante el franquismo en Bilbao no había fiestas de verano, a lo sumo alguna corrida de toros y algún baile. En 1978 se presentó un concurso para hacer unas fiestas populares : el concurso lo ganó el proyecto “Txomin Barullo”, asociado al Movimiento Comunista de Euskadi.
No era vinculante, pero desde los movimientos sociales, populares y vecinales, entonces en auge, se presionó para hacerlos realidad.
Entonces se organizaron por Konpartsas de minimo 50 personas y una txozna: cada kontparsa estaba vinculada a algún movimiento social o político, cuando no a asociaciones de barrio, así encontramos por ejemplo a Hontzak, vinculada a la CNT, o a Bizizaleak, vinculada al movimiento ecologista.
El primer año, el Consistorio, aún franquista, pensaba que no tendrían éxito por lo que se fue de vacaciones , dejando a la Comisión de fiestas toda la responsabilidad, dándose el surrealista caso ante el vacío de poder de que la policia municipal o los bomberos esperaban ordenes y presentaban informes a esta comisión.
Con el tiempo, estas fiestas se consolidaron, compitiendo por el alzado de txoznas, que son las más altas de todas las fiestas de Euskadi. Sin embargo, también existen rifirrafes con el Ayuntamiento y casos de censura, como la retirada de la decoración referida a Txori barrote en 2019, o la retirada de decoración de la konpartsa Hontzak por herir los sentimientos religiosos en 2017.
Y hasta aquí este repaso serpenteante por el tiempo y los espacios festivos, el cual nos demuestra cómo la humanidad busca el hedonismo y lo une con la burla, la sátira y la crítica desde el principio de los tiempos.
Hay muchos más ejemplos y muchas más fiestas populares y combativas tanto a lo largo de la historia como en el estado español, sin embargo, creo que con la información relatada corro el riesgo de haceros bostezar, así que lo dejaremos así.
Esperemos que podáis disfrutar de alguna fiesta popular y podáis contagiaros de la risa y los misterios del poderoso Dionisos.