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viernes, 7 de marzo de 2025

VIOLENCIA, MÚSICA Y POLÍTICA EN EL ROMANTICISMO (1800-1871)

"El naufragio" de Turner (1805)

El movimiento romanticista estuvo integrado por una serie de individualidades heterogéneas. Denunciaban la incipiente sociedad industrial desde una perspectiva intima, es la estética del derrumbe burgués.[1]

Son los precursores de todo lo que vendría después.

Fueron promiscuos, suicidas, ludópatas, alcohólicos…estaban del lado trágico de la vida.

Lo de los/as románticos/as es una exclusión voluntaria, ya que su procedencia social fue en su mayoría burguesa. Esto siempre se les ha reprochado desde la izquierda, haciéndonos creer que eran personajes pusilánimes, tristes y aburridos. Es lo mismo que se pensaría mucho más tarde de gente como Ian Curtis de Joy Division, de los siniestros y after-punks y luego, de los góticos.

En su tiempo fueron clasificados de degenerados, de decadentes, de locos o de atormentados…y sin embargo fue un potente movimiento juvenil que no dudaba en utilizar la violencia , en conspirar o en provocar a una conservadora sociedad, pero…

¿Quiénes eran los y las romanticistas y que querían?¿Qué es lo que preconizaban?¿Por qué sus actitudes se vieron replicadas hasta nuestros días?

Estas cuestiones y otras son las que abordaremos en el presente artículo.

                                                        Antecedentes: bajando entre la niebla

La revolución francesa es un fantasma que recorrerá las venas de los románticos.

Hubo antecedentes, por supuesto, antes de que eclosionara el movimiento.

Más Turner

En 1784 se estrena en Francia “Las bodas de Figaro” de Beaumarchais. La trama denuncia los privilegios de la nobleza, y en la obra los sirvientes se rebelan contra sus amos. Fue un verdadero escándalo y un signo primigenio inequívoco de la revolución francesa. Su autor, Beaumarchais, será encarcelado por ello.

En Viena, Mozart, provocador artista pre-romantico, compone en secreto una nueva versión  que aunque con menos contenido social, fue un gran éxito.

Y es que hubo espíritus adelantados al romanticismo, también hubo violencias y escándalos, revolución francesa aparte. Uno de estos espíritus fue William Blake (1757-1827), fue un verdadero pre-romántico . Rechazaba toda forma de autoridad impuesta, para Blake, el cambio humano debía venir de la abolición de los sistemas opresivos: Iglesia, Estado oligárquico e Imperialismo.

En 1793, en plena época guillotinesca la obra “L‘ami des lois  es prohibida a cañonazos o en 1809, donde durante el estreno de “Cristobal Colón” los granaderos franceses tuvieron que cargar en la sala y llevarse a 300 detenidos.

Pero si hablamos de antecedentes tendríamos que hablar de los alemanes de “Sturm und Drang” (Tempestad y empuje).

A fines del s. XVIII con Goethe, Bach o el mismo Mozart, ya se preconiza la subjetividad individual y se aboga por la libertad de expresión.

A principios del S. XIX ya hay personajes que vienen de la etapa anterior pero que tienen impregnado el perfume romanticista: estoy hablando de Beethoven, Goya o Goethe.

Quisiera aclarar que en el presente texto, y a modo de inciso, voy a centrarme en los romanticismos europeos centrales occidentales; es cierto que se dieron en el sur de Europa, o en el este con la explosión rusa[2], incluso en EEUU podemos encontrar su rastro en los trascendentalistas de Thoreau. Pero me llama la atención sobretodo el francés, por el hecho de que en ese momento, París, es el epicentro de las revoluciones.

El caso británico es paradigmático, pues es más estético: su imagen para mi, es definitoria, me sublima.

En la cuestión alemana aunque hubo romanticismo revolucionarios pronto abogará por el nacionalismo y el conservadurismo como reacción a la revolución jacobina. Sin embargo, hacia la mitad de la década (1840-1850), habrá un grupo de poetas románticos alemanes como Herwegh, Weerth, Freiligrath y en especial Heine, íntimo de Marx.

Recordemos que Alemania se forma como nación en 1871 con Bismarck, mientras que Francia o Inglaterra hace tiempo que eran naciones unificadas. Para 1824 suena rabiosamente la 9ª sinfonía de Beethoven instaurando la pasión romanticista por toda Europa.

                                                             La noche de los monstruos

William Godwin (1756-1836) fue un escritor británico de la ilustración, precursor del anarquismo, que estuvo casado con la escritora y filosofa feminista Mary Wollstonecraft (1759-1797), la cual haría una vindicación de los derechos de la mujer ya en 1792. Este matrimonio tuvo una hija que no es otra que Mary Shelley, la escritora romanticista.

En el verano de 1816 se juntan en la Villa Diodati (Ginebra), exponentes emergentes del romanticismo inglés como Lord Byron, Polidori, Percy Shelley, Mary Shelley y Clara Clairmont, todos muy muy jóvenes.

"Cementerio" de Friedrich (1834)

Una noche deciden conjugar el éter, el opio y el vino mientras se desarrollan lecturas de ficción sobre fantasmas y se recitan versos de los allí congregados. Y deciden hacer un reto: de cada uno de ellos antes de que amanezca ha de salir una obra maestra.

Pasará a la historia de la literatura como la noche de los monstruos, y es que esa noche, por un lado el Dr. Polidori creará “El vampiro”, muchísimo antes de que Bram Stoker escriba “Drácula”. Por otro lado, Mary Shelley escribirá la obra culmen, “Frankestein”. Todo en una noche.

Los destinos de todos ellos serán trágicos y no llegarán a la vejez. Byron morirá peleando por la independencia de Grecia, Percy Shelley fallecerá en un naufragio como si se tratara de un cuadro de Turner. Polidori se suicidará, Mary Shelley morirá a los 53 años tras una vida de desgracias y enfermedades , mientras que Claire será la más longeva del grupo, pero vivirá mil tragedias personales.

Es como si una maldición se hubiera conjurado esa noche. Existen un par de películas  de los 80 al respecto, “Gothic” y la española “Remando al viento”. Heinrich Marschner hizo una ópera romántica en  1828 con el relato de Polidori, “Der vampyr”.

                                                              La batalla de Hernani

En 1830 Víctor Hugo debe estrenar la obra “Hernani” en medio de la explosión romanticista juvenil en controversia con los viejos clasicistas. La cuestión es que “Hernani” se iba a representar en el institucional Teatro francés y no en la sala por excelencia entonces entre los románticos, el Teatro de la Porte de Saint-Martin.

La batalla de Hernani

En el Teatro francés solían representar los neoclásicos ya en decadencia ante cada vez menos público. Lo moderno, el romanticismo, daba más ganancias que lo clásico. Pero las obras románticas se recitaban en verso, ya sabéis, poesía y sentimiento: una herejía para los viejos neoclásicos que venían de la Ilustración.

El estreno prometía ser muy polémico, así que Víctor Hugo reclutó a un verdadero ejército de romanticistas. Incluso Hugo publicó un discurso previo donde decía que “La batalla que se va a entablar con Hernani es la de las ideas, la del progreso. Vamos a combatir esta vieja literatura almenada. Este asedio es la lucha del mundo antiguo contra el nuevo mundo: nosotros somos todos del mundo nuevo.”

Los partidarios de Víctor Hugo, todos con los pelos largos, trajes extravagantes y todos con chaleco rojo, fueron 13 horas antes del comienzo, ocupando la entrada, siendo increpados por los transeúntes al ver esa maraña desaliñada. Después entran adentro, aún con la sala a medio oscuras, metiendo comida y priva en sus largos chaquetones, colapsando los baños.

El estreno fue un éxito y se representó varios días seguidos, donde los clasicistas y los románticos se daban de ostias cada noche, pero es que el enfrentamiento duró durante aproximadamente 45 representaciones!

Tened en cuenta que había unas 150 interrupciones por gritos, alborotos o guantazos cada noche. Hubo incluso un romántico que fue asesinado por clasicistas por defender el drama, nunca mejor dicho. Aquello se llamó “La batalla de Hernani” y no, no tiene nada que ver con Euskadi en los 90.

Larra, romántico español, lo definí así: “La gran disputa entre clasicismo y romanticismo no es otra cosa que el resultado del desasosiego mortal que fatiga el mundo antiguo”.

Y ojo, porque muchos de esos viejos clasicistas habían sido los jóvenes que seguían a Danton y a Robespierre y habían sembrado de sangre París. Además, hemos de tener en cuenta que la gente ante el espectáculo del teatro o la ópera, lloraba, saltaba de su asiento o se tiraba de los pelos ante tamaño volumen de sonido. Tal era la pasión de los espectáculos, pues no había reproductores caseros de sonido ni tampoco existía la radio.

Muchos de estos jóvenes románticos tomarían París poco después en la insurrección de 1830, fusil en mano, y que inmortalizó Delacroix en “La libertad guiando al pueblo”.

En esos tiempos, también el compositor Berlioz se las tuvo que ver con la polémica entre abucheos de unos y de otros, porque en la música propiamente dicha también hubo guerra.

                                              La revolución de la pasión y el sentimiento

Lo cierto es que el romanticismo fue en muchos casos un arte comprometido, y sí, el rococó, los palacios y los coleccionistas se habían marchitado. Se hacía el “arte por el arte”.

Las óperas comenzaron a considerarse manifiestos políticos y armas revolucionarias, muchas veces usadas por el primitivo nacionalismo.

Los artistas románticos combatían el término medio, y se encuentran en la extrema izquierda como el poeta Shelley o Víctor Hugo, o bien en la extrema derecha como Chateaubriand o Novalis, aunque también están los que van a caballo entre una cosa y otra como Coleridge.

Eso sí, a todos les encantaba la acumulación de dinero, la aspiración al más. Pero una vez que la burguesía triunfó en la revolución francesa primero, y luego en la industrial, el romanticismo se convirtió en su enemigo instintivo.[3]

Ante todo había una reacción juvenil, mucho antes del baby-boom norteamericano de los 50, que originarían las tribus urbanas juveniles. Los románticos rondaban los 20 años, había un latente “matar al padre”, una revuelta de jóvenes contra viejos…por lo que convertirse en viejo para un romanticista debió ser algo incómodo. Por eso quizás, encumbraron el suicidio, el dejar un bonito cadáver, más de un siglo antes que Sid Vicious o Jim Morrison. En todo caso, aquí es donde nace la bohemia, el intelectual incomprendido que se sirve de drogas y alcohol en una pequeña buhardilla de una gran ciudad. También es el primer periodo en la historia contemporánea donde algunas mujeres aparecen para ejercer su derecho a la creación artística. Mujeres como Concepción Arenal, Emily Bronte, Ann Radcliffe, o Fanny Mandhelson.

George Sand, seudónimoi de Aurore Lucille Dupin fue una de sus grandes exponentes. Vestía como un hombre, lo que daba lugar a escándalos, y usaba el permiso francés de travestismo, sí, así tal cual. Éste, se otorgaba con permiso del marido, y daba el derecho de vestir como un hombre. Sand entabló amistad con Víctor Hugo o con el socialista utópico de Saint-simón, embrión del marxismo europeo. Si bien, Sand no se llevó bien con el misógino Proudhon, si lo hizo con Bakunin.

Precisamente, respecto a los socialistas utópicos, los jóvenes saint-simonianos o los furieristas podrían considerarse románticos. Ellos hablan de la alienación humana, término que repescaría Marx.

Byron también defendió a los ludditas ante la cámara de los lords, cuando estos iban a ser condenados. Barbier era directamente un poeta luddita que cantaba contra el maquinismo sobre 1830.

Delacroix tuneado

Y por debajo de todo, pero también por encima estaban las sociedades secretas, como los socialistas de Blanqui o los conspiradores carbonarios que acogen a romanticistas radicales como Leconte de Lisle.

Todos y todas están preparando el segundo asalto revolucionario, el definitivo, la llamada Primavera de los pueblos, que mezclará movimiento obrero con nacionalistas, en las insurrecciones de 1848.

                 La primavera de los pueblos

La revolución de 1848 ha pasado a la historia por sus nacionalismos, y sin embargo, se deja de lado la cuestión internacionalista. Y es que muchos exiliados por motivos políticos creaban lazos con otros exiliados en ciudades como París, siendo de distintas nacionalidades. Por supuesto, ya estaban presentes los socialistas o los proudhonianos. Bakunin tomará parte activa en la revolución de Dresde de 1849 y en 1848, Marx y Engels publicarán el Manifiesto Comunista.

En todo caso, el romanticismo se prestaba a una rebeldía tipo izquierdista, excepto cuando servía simplemente de válvula de escape de la sociedad burguesa y la clase media… vaya, como el punk o las raves…para ellos, el pueblo era el tesoro espiritual de la nación, por muy conservador que fuera, como hoy mismo cuando todas las ideologías evocan al pueblo. Ese ser inerte, pero espiritual.

Del pueblo nace el folk, el volk, acuñado en 1846. Recopilar canciones populares antiguas, es decir, el folk, era también algo romanticista, pues les acercaba al pasado idílico, cuando no, a los poetas épicos de un endiosado y misterioso mundo medieval.

Espoleados por la moda romanticista aparece el vals, la mazurca o el schuttiste, basados en danzas populares. El vals en sus inicios estaba mal visto, pues la sociedad más reaccionaria lo tildaba de “violación coreografiada”.

La canción popular por su parte, dejará de hablar de arados y cosechas, pues millones de campesinos emigraban a las ciudades fabriles, después de 1840. En esos años, en los bares y tabernas de las ciudades se ofrecerá música en directo, pero saltará a los Music-halls y salas de bailes, precedentes absolutos de discotecas y clubs.

Y es que esta es la época donde se sustituye en cierta manera la religión por la cultura: el arte se convierte en un símbolo de estatus; los teatros y óperas se convierten en catedrales, y los turistas, de momento solo burgueses, llenan el Louvre y el British Museum.

                       La guerra de los románticos

La guerra de los románticos se denomina a una controversia de tipo musical entre compositores alemanes. Es la menos guerra de todas sus controversias.

Para 1850 empieza un debate intenso entre los músicos centroeuropeos.


Por un lado, están los que defienden la estructura musical y la música programática, son los conservadores con Brahms y Clara Schubert a la cabeza y con sede en Leipzig, será la llamada entonces música clásica.

Por otro lado, estarán los progresistas radicales que abogarán por la música absoluta con Liszt  y sus poemas sinfónicos a la cabeza y con Wagner en la sombra, su sede estará en Weimar. Será la llamada música moderna y creerá en el añadido de imágenes y decorados a las representaciones.[4]

Hará correr ríos de tinta pues ambas facciones tendrán periódicos de uno u otro signo. Habrá gritos y abucheos entre unos y otros, pero de ahí no pasará, y todo se diluirá a finales de la década.

Será una guerra que nadie recordará, igual que la Batalla de Hernani o la noche de los monstruos.

                                                              Post-romanticismo

El “Arte por el arte” de los románticos se hizo minoritario y es que, tras el fracaso de la revolución de 1848, los románticos comenzarán su decadencia, dando paso al realismo.

Pero la historia no es una secuencia, no es una cuestión rupturista al 100%, no se pasa de una cosa a otra así como así, sino que es gradual, y contiene ecos.

El realismo post-romantico dio obras sociales como las de Coubert o novelas como las de Zola, con alto contenido social. De hecho, una de las obras cumbre del romanticismo social se publicará en 1862, “Los miserables” de Víctor Hugo.

Pervivirán espíritus románticos como Rimbaud, que decidirá romper los lazos entre la vida y el arte. Además, llegará la reproducción técnica, la fotografía, de la que Baudelaire decía que se había confundido la industria con el arte, tal y como hoy afirmamos que ha muerto el cine con la invasión de los móviles y las plataformas de TV.

Coubert, republicano y socialista, no consiguió crear una base para el arte políticamente revolucionario para la mitad del s. XIX.

Lo que sí se darán por primera vez son barrios donde se confundirán bohemios y outsiders, como el en el barrio latino de París, hoy epicentro de la turistificación. Estos barrios se convierten a finales del XIX en los centros de la vanguardia, y jóvenes provincianos, como Rimbaud, leían revistillas o poesía heterodoxa, los primeros fanzines.

Surgió así una culturilla que hoy llamaríamos underground o contracultura. Allí había un mercado artístico de cierta envergadura, pero no dotaba a la vanguardia post-romanticista de un medio de vida.

Unos 150 años después, esto sigue pasando.

En esos barrios, se juntaban también los comunistas de Marx con los bakuninistas. Éstos últimos identificaban mucho esta contracultura con la revolución y sin embargo, la bohemia no tenía ninguna política específica. Exactamente como hoy en cualquier barrio “alternativo” o en cualquier concierto de post-punk, hardcore, en una batucada o en una rave.

Pero lo cierto es que se multiplicaban estos centros de artistas bohemios del XIX, como el Münscher Kunstverein, algo así como club de arte de Munich, pero con 4500 afiliados. Esto sucedía en Munich, una ciudad poco dado a la bohemia, más bien conservadora.

Para 1860-1870 la música está cambiando. Por cierto, que es en París en esta época, concretamente en 1860 donde se registra la primera grabación del mundo, se trata de una canción infantil de pocos segundos, una verdadera cacofonía espiritista que harían las delicias de los ruidistas actuales:

La cuestión es que en 1860-1870 los obreros industriales dejarán de cantar canciones populares y empezarán a bailar en los Music-halls, asimismo también se multiplicarán las bandas musicales obreras.[5]

Los post-romanticistas se van a diluir en diferentes escuelas y movimientos : el parnasianismo, el decadentismo, el simbolismo o el esteticismo. Post-romanticismo será sinónimo de malditos en algunos casos, y de marginados oscurantistas en otros. Como decía Rimbaud, será “El baile de los ahorcados”.

Todo esto acabará, como no, en fuego y sangre.

El 18 de marzo de 1871 estallará el movimiento insurreccional de La comuna de París, la última revolución romántica del s. XIX. 

El pueblo de París se alzó ante el vacío de poder dejado tras la derrota francesa ante Prusia. Las milicias ciudadanas, la Guardia nacional de París y el pueblo tomaron la ciudad y establecieron el socialismo autogestionario de tintes libertarios.

Dos meses después será reprimida brutalmente (más de 30.000 asesinados).

En la Comuna destacó, el ya anciano romántico, Víctor Hugo junto a su amiga, la anarquista Louise Michel; el pintor realista Coubert, fue el presidente de los artistas durante la revuelta, pero también estuvo el pre-impresionista Manet. El poeta Paul Verlaine fue jefe de prensa communard. También estuvo el jovencísimo Rimbaud, que dedicó varios poemas a la orgía parisina. También el pintor Tissot, o Félix Pyat, uno de los popes del romanticismo socialista, fundador del periódico “Le Combat”, el mismo nombre curiosamente que el diario de Camus y Sartre durante la ocupación nazi.

En esa época además, ya había poetas obreros -poétes ouvriers- que se dedicaban tras el trabajo en la fábrica a escribir o recitar poesía. Muchos de ellos los compaginaban con el trabajo político, pues para entonces la Internacional de los trabajadores comenzaba a ser un hecho. Uno de ellos fue Eugene Pottier, jornalero de imprenta. Otro de ellos fue Napoleón Gaillard, zapatero y artista, que llegó a nombrar su barricada durante la comuna, “Castillo Gaillard” y convirtió así una barricada en una obra de arte.[6]   


Y respecto a Rimbaud…parece que Rimbaud fue violado por los militares durante la represión con tan solo 16 años. Él mismo lo declama en el poema “Corazón robado”…

Los grandes traidores a la Comuna serán Flaubert o la George Sand, que criticarán abiertamente la experiencia.

Tras las cenizas de la Comuna y del romanticismo, el viento las esparcirá en otros movimientos hasta nuestros días donde los nombres se olviden, pero los gestos y las ideas pervivan en el mar agitado de Turner, que no es otro que la tierra removida por donde pisamos generaciones y generaciones anhelantes de esperanza.

Ahora mismo en la estancia el aire va perdiendo luminosidad y cae gota a gota sobre el escritorio.

Ahora mismo, el aire va ganando elasticidad y cae gota a gota sobre la mesa.

Solo fueron necios, solo fueron poetas. (Pan total,”El Vector espectro”, 2015)



[1] ROCHA,SERVANDO. Historia de un incendio. Arte y revolución en los tiempos salvajes. De la Comuna de París al advenimiento del punk. Ed. La Felguera. Madrid, 2006.

[2] E.H. CARR. Los exiliados románticos.Bakunin,Herzen,Ogarev.Ed. Anagrama.Barcelona,1969.

[3] HOBSBAWM.J,ERIC. La era de la revolución (1789-1848). Ed. Critica. Barcelona, 1997.

[4] DELGADO CORTADA, CONSUELO. La música en el romanticismo europeo. Universidad de Valencia. Valencia, 1950.

[5] HOBSBAWM.J,ERIC. La era del capitalismo I y II. (1848-1875) Ed. Guadarrama. Madrid, 1977.

[6] https://gedar.eus/es/arteka/artearen-eta-kulturaren-lekua-parisko-komunan

jueves, 6 de marzo de 2025

PREHISTORIA Y VIOLENCIA

 Voy a tratar de hablar de un tema tan filosófico como la violencia en la prehistoria. Y es que entraríamos en el terreno de la filosofía, ¿Es la guerra natural o cultural?

Se ha hablado del buen salvaje como lo hizo Rousseau (1712-1788), se ha estudiado el matriarcado pacífico de Bachofen (1814-1887), la ayuda mutua entre los salvajes de Kropotkin (1842-1921) o que “el hombre es un lobo para el hombre” que preconizaba Hobbes (1588-1679), pero vamos a ver que dicen algunas de las últimas hipótesis arqueológicas al respecto.

Habríamos de distinguir aquí, cual es la violencia que se ejerce en la prehistoria: ésta puede ser violencia endémica o estructural como veremos en el caso del Neolítico. Pero esto no es guerra. La guerra es aquella violencia generalizada que es organizada, y con una infraestructura.

Arte rupestre levantino

Por otro lado, se calcula que la población mundial, por ejemplo, en el Paleolítico, no superaría los dos o tres millones de personas, por lo que hablamos de grupos relativamente aislados, con muy poca densidad demográfica. Esto nos llevaría a pensar que no habría conflictos, pero no es tan así. Es más complicado.

En Oriente medio, durante el Natufiense (10800-8300 A.C.), nos encontramos en un entorno muy poblado donde no hallamos indicios de conflictos. Sin embargo, en el Mesolítico centro-europeo (6000- 3000 A.C.) encontramos bastante violencia, como veremos, en una población con una densidad muy baja.

Lo curioso, es que suele constatarse que la baja demografía engendra ayuda mútua y cooperación para poder sobrevivir, que no es el caso del Mesolítico europeo.

Matar a otros humanos nunca ha sido la norma en la especie humana. Es más, si nos atenemos a esto, la selección natural habría actuado a favor de las personas que no asesinan por x motivos.

A ver, si alguien investigara nuestra sociedad actual de aquí a 20.000 años, pensaría que vivíamos en el apocalipsis cuando descubrieran los cientos de fosas comunes de la guerra civil. Con esto, quiero decir que los enterramientos y conflictos no son comunes en un período extensísimo de la historia de la humanidad como es la prehistoria.

Antropofagia de Homo Antecessor y Neanderthal

La primera cuestión que nos encontramos entorno a la violencia es la polémica sobre la antropofagia de nuestros primos en la evolución humana. Hay evidencias de canibalismo en la Gran Dolina de Atapuerca. Se han hallado restos comidos por Homos de Homo Antecessor[1], datados en el 780.000 A.C. Todavía no se sabe si se trató de rituales simbólicos post-mortem, pero para algunos y algunas prehistoriadores/as parece evidente que se trata de un ritual.[2]

Por cierto, los primeros cementerios, las primeras tumbas aparecen hace unos 100.000 años, en el Paleolítico medio, para evitar la profanación por carroñeros y porque el mundo simbólico comienza a ser más complejo; posiblemente el primero en realizar estos enterramientos fue Neanderthal, aunque se ha sugerido últimamente que pudiera haber sido Homo Naledi, muy anterior.

Se han encontrado también en Atapuerca, en la Sima de los huesos, los cuerpos de 28 neanderthales datados en el 430.000 A.C. , pero en concreto uno fue golpeado repetidas veces en la cabeza hasta su muerte: se trata del primer homicidio conocido.

En cuanto al resto de cuerpos, todavía se especula si fueron sacrificios alargados en el tiempo, si fue un conflicto duradero en el tiempo o si fue un cementerio. Lo que es seguro es que algunos debieron caer de manera accidental, pues es una fosa escarpada en la montaña.

En el Paleolítico no encontramos muchas escenas de violencia entre humanos/as a pesar de que ya existen los mortíferos arcos y flechas.

Paleolítico mortal


En el yacimiento sudanés de Jebel Sahaben, en el denominado sitio 117, que está datado sobre el 13.400 y el 12.000 A.C. Se hallaron 61 individuos, de los cuales 30 fueron masacrados por proyectiles. Numerosas flechas de sílex aparecieron incrustadas en los esqueletos.

Esqueletos de Jebel Sahaba
Hubo ensañamiento. Además de las flechas, hubo multitud de golpes y fue indiscriminado: mujeres, ancianos y niños. No hay ajuar, pero están enterrados/as con cuidado, por lo que pudiera ser que parte de su comunidad hiciera los enterramientos después de las masacres, sí en plural porque parece que fue un conflicto alargado en el tiempo. Las agresiones ocurrieron en un período largo de tiempo de sequía extrema en el Valle del Nilo.

Por otro lado, los/as cazadores/as-recolectores/as comenzaron a sedentarizarse, con lo que ello implica: territorialidad. Esto supone defensa del territorio y de sus recursos. En todo caso, como decía, las víctimas fueron enterradas con cariño y con esmero, por lo que se sugiere una incursión de otro grupo. Vuelvo a repetir que hubo varias, es decir, estaríamos hablando de un goteo de muertos en un conflicto más largo.[3]

Bien, se ha dado la explicación de la sequía extrema para justificar el hecho violento, sin embargo, también está el yacimiento de Nataruk, al norte de Kenia. En algún momento entre el 9700 y el 7000 A.C. aparecieron 27 cadáveres. Al contrario que en Jebel Sahaba, aquí no parece que hubiera escasez de recursos, pues esta zona fue un vergel hace más de 10.000 años.

Aquí se han encontrado niños, mujeres y hombres enterrados sin ningún cuidado y boca abajo, incluidas mujeres embarazadas y niños pequeños. No es algo común en el paleolítico, quizás se dio por una situación de stress social y violencia.               

Quizás se estaban produciendo cambios que harían que nunca volviéramos a vivir como antes. La llegada progresiva del Neolítico es un proceso muy largo en diferentes épocas y en diferentes lugares.

Lo que sabemos es que se topó con numerosas resistencias y quizás las comunidades agropecuarias no fueran recibidas con mucho entusiasmo.

Con la llegada del Mesolítico la violencia comenzará a ser más frecuente. Los enterramientos con asesinatos se multiplican, como los yacimientos encontrados en Ucrania, Escandinavia o Rumania, pero son puntuales y de pocas víctimas.

Encontramos evidencias de violencia en la Cueva de la Charente en Francia con una datación del 9000 A.C., en la Silesia polaca encontramos 16 victimas magdalenienses; una masacre seguida de decapitaciones y canibalismo entorno al 13.500 A.C.

En Ofnet (Baviera, sur de Alemania) encontramos hace más de 7500 años 34 cuerpos, 9 de mujeres y 20 de niños, todos decapitados. En una fecha similar, encontramos otro depósito en Kanaljorden en el sur de Suecia. Allí habían 10 cuerpos, 3 con grandes traumatismos en la cabeza, las cabezas ensartadas en lanzas. Parece que este si fue un ritual conectado con la violencia.

Charles Manson no inventó nada.

En el Estado Español, en la Cueva de Els trocs (Pirineo oscense) se encontraron los restos de 9 personas datados entre el 5300 y el 5000 A.C. Según los restos de ADN procedían de Europa central, desconocidos entonces en la península. Extranjeros, vaya.

Los investigadores piensan que estamos ante un grupo de pastores y pastoras que se separó de su comunidad y fueron exterminados por los/as caza-recolectores/as locales. Aunque pudiera ser también que se tratara de 2 grupos diferentes de comunidades neolíticas.

Precisamente en Centroeuropa se dió una cultura expansiva Neolítica, la cultura de la cerámica de bandas o LBK (Linearbandkeramik) a partir del 5500 a.C. Esta expansión no estuvo muy bien vista por los/as cazarecolectores/as autóctonos, puesto que las fortificaciones datan precisamente de la época de la expansión, y en concreto de la expansión hacia Europa occidental. Otro dato que confirma que no se llevaban bien, es la ausencia de cerámica LBK en poblados mesolíticos. Los pocos artefactos que hay de una cultura en el lugar de la otra son…armas.

Efectivamente, flechas mesolíticas en aldeas LBK y hachas de piedra LBK en asentamientos mesolíticos.

Aún así, la violencia entre agricultores/as y caza-recolectores/as no tiene ni comparación con la que desplegarían los agricultores LBK entre ellos un milenio después. Aquí sí, aquí nos encontraríamos con la muerte y la destrucción.

Y sí he hablado de caza-recolectores y caza-recolectoras. ¿Por qué digo esto? Pues porque se ha descubierto a partir de las huellas dactilares, si, no estoy flipando, se llama Paleodactiloscopia, que hubo mujeres que hicieron pinturas rupestres. También cazadoras, como las identificadas en las tumbas  de la América prehistórica: del 20 al 50 % eran mujeres.

De la misma manera hubo mujeres en la guerra o el conflicto y muchas de las tumbas guerreras de la Edad de los metales estaban ocupadas por mujeres.

La producción de industria lítica, de herramientas y de las primeras armas como las mortíferas azagayas o arcos y flechas, también fue cosa de mujeres.

Apocalipsis LBK

A pesar de lo que mucha gente piensa, el Neolítico no supuso un progreso en el tema alimentario o en la calidad de vida. La esperanza de vida en el Paleolítico era más alta. Incluso según últimas investigaciones, en el Paleolítico tenían mejor salud bucal.

Hay controversia al respecto pues algunos autores afirman que en el Paleolítico se tenía peor dieta que en el Neolítico, mientras que otros autores opinan que no hubo desnutrición hasta períodos avanzados del neolítico, donde se empiezan a encontrar las primeras evidencias óseas de raquitismo y desnutrición.[4]   

Fosa de Talheim (Alemania) 5100 A.C.

La primera fosa común apareció en Talheim (Alemania) y está datada en el 5100 A.C., en la fase final del LBK. Allí se encontraron 34 cuerpos de los que 16 eran niños, pero ninguno de 0 a 4 años, por lo que se piensa que los secuestraron.

La cuestión es que a las victimas las mataron de espaldas, posiblemente huyendo, pues no hay lesiones defensivas, luego los remataron en el suelo. Posiblemente fue un ataque al amanecer, quizás todavía dormían. Una escena dantesca de caos, terror y violencia descontrolada, una fosa común llena de cadáveres arrojados sin ningún orden.

Después de Talheim se fueron encontrando una fosa común tras otra datadas todas sobre el 5000 A.C. y en la zona de Alemania y Austria. Este hallazgo de 1983, desmontó por completo la idea de las pacíficas sociedades neolíticas matriarcales.

Otra fosa, la de Kilianstädten es muy perturbadora. Se trata de una zanja larga y estrecha con 26 víctimas, la mitad adultos y la otra mitad niños. No hay mujeres y todas las víctimas tienen las piernas rotas.

Secuestraron a las mujeres y torturaron al resto. La búsqueda del exterminio de la comunidad enemiga.

 Sus hijos serán los de los vencedores.

Sucedió en la Argentina del golpe, sucedió en la Bosnia de los 90. Quizás el mito del rapto de las sabinas sea un reflejo que ha llegado vía oral desde tiempos inmemoriales.

En Asparn-Schletz el número de víctimas tampoco incluye a mujeres jóvenes y éste puede ascender a 200. Pero en la fosa de Herxheim es brutal: hay 450. Eso sí, en este caso se trata de asesinatos en varias épocas. Aquí también ensartaron las cabezas en estacas pero no solo eso, también hubo canibalismo.

Todo esto hizo que colapsará la cultura LBK.

Una de las últimas masacres reseñables del Neolítico fue el caso de Koszyce en Polonia sobre el 2880 A.C. Probablemente por un conflicto entre la gente de la cultura de cerámica cordada y la de las ánforas globulares. Pero no fue lo común, no tanto como en la cultura LBK, o como después en la Edad de los metales. Cuando empezó la guerra, la guerra de verdad.



En Europa a partir del 3000 A.C. se institucionalizó la guerra donde se enfrentarán hombres en edad militar, los guerreros. Últimos hallazgos nos han iluminado sobre el hecho de que muchos de estos guerreros fueron en verdad guerreras, como la joven de Egtved en Dinamarca de hace 3400 años.[5]

La edad del cobre inaugura la Edad de los metales y aquí la guerra será una constante, y aunque en muchos lugares aún no se habrá descubierto la escritura, éste periodo será más conocido, más sangriento y más guerrero. Habrá comenzado la historia casi al mismo tiempo que la historia militar.

Consideraciones finales

Es curioso porque en la historia de la música hay ciertas cuestiones en común con la propia evolución de la misma historia. Ted Gioia, historiador y compositor, había investigado las músicas de las sociedades caza-recolectoras, y se puso enseguida a investigar la música en las sociedades ganaderas y lo que constató fue que culturas sin ningún contacto directo entre sí habían adoptado prácticas y valores muy similares, pero la cazadora era completamente diferente a la de la sociedad ganadera. ¿Acaso el paso de la caza a la ganadería en el Neolítico había modificado la esencia de las actividades musicales?

Es muy fuerte, las sociedades ganaderas usaban la música un tanto relajante, pues no tocaban para las personas sino para sus animales, la música pastoril, que evolucionaría hacia algo tan sublime como la Sinfonía pastoral de Beethoven. Sin embargo, las sociedades cazadoras necesitaron una música fuerte y escandalosa para ahuyentar depredadores.[6] Puede sonar muy loco, pero ¿Son los cantantes de country ganaderos y los rockeros caza-recolectores?

Incluso las letras de la música country parecen tener sus raíces en la etapa Neolítica: siguen defendiendo un sistema de valores asociados a una vivienda fija, opuesto al nomadismo de los motoristas rockeros, o en el “trotamundismo” del blues.

El canto Yodel se ha empleado por mil años en las comunidades ganaderas para llamar a los animales o comunicarse con aldeas vecinas. Así que el Yodel se incorporó a los discos de country desde el principio.

La actividad agropecuaria ha bajado a minimos en el primer mundo, y el éxodo rural es un hecho, pero la música country se reinventa y sigue cantando a lo popular, a lo rural. ¿Acaso los trovadores seguían cantando sobre los caballeros después de la desaparición del Feudalismo?

A pesar de tanto dato escabroso, a la humanidad lo que nos ha movido a lo largo de la historia no ha sido la guerra sino el conflicto. El conflicto entendido como la contraposición de intereses entre grupos. Mayoritariamente esto se ha solucionado con negociación: si no hubiera sido así, ya nos habríamos extinguido.

En cuanto a la división del trabajo por géneros que hemos heredado, en la prehistoria no tendría mucho sentido, pues todos y todas serian útiles para la comunidad.

Si vamos al hecho de qué nos distingue como humanidad, muchos/as verán la guerra. Y sin embargo, hay un hecho claro, tangible: sin cuidados colectivos no hubiéramos sobrevivido como especie. Se dan antes los cuidados que la guerra, para muestra un botón: Hace 530.000 años en Atapuerca, una niña Heidelbergensis, anterior a Neanderthal, tenía varias deformaciones, lo que dificultaba su psicomotricidad, pero vivió unos cuantos años, no murió casi al nacer.

Esto fue posible gracias a que alguien la cuidó.
Lo que está claro es que no podemos volver atrás. Seguimos adelante inexorablemente.





[1] Homo Antecessor es objeto de polémica todavía en su catalogación. En todo caso, se trata de un antecesor nuestro, de Neanderthal y de Sapiens.

[2] GUILAINE,J.ZAMMIT,J. El camino de la guerra. La violencia en la Prehistoria.Ed. Ariel. Barcelona, 2002.

[3] GONZALEZ RUIBAL, ALFREDO. Tierra arrasada: un viaje por la violencia del paleolítico al siglo XXI. Ed. Critica.Barcelona, 2023.

[5] SANCHEZ ROMERO,MARGA. Prehistorias de mujeres. Descubre lo que no te han contado de nosotras. Ed. Destino. Barcelona, 2022.

[6] GIOGIA,TED.La música: una historia subversiva.Turner publicaciones. Madrid, 2020.

jueves, 14 de marzo de 2024

UNA DE ROMANOS

 

UNA DE ROMANOS

Estaban locos estos romanos es una frase que nos viene grabada a fuego por las aventuras del cómic de Astérix y Obélix, y sin embargo, estaban locos si y no.

Somos sin querer herederos/as de su derecho romano, su religión y por supuesto su imperialismo y su crueldad.

Pero, ¿No hubo ninguna resistencia a este imperialismo esclavista?

¿Acaso no hubo conatos de rebelión?

Por supuesto que sí.


Engels y Marx ya hablaron en su manifiesto comunista de la lucha de clases milenaria que se perpetuába desde época romana, y con ello iniciarían la senda de la historiografía marxista, en la que toda la historia humana se percibe como una constante lucha entre clases que dará lugar finalmente a la revolución socialista.

Todo esto derivará en varias escuelas en muy diferentes regiones geográficas. Desde la historiografia marxista británica de Hobswabn y compañía, a la clásica de la URSS como Kovaliov, o en China y la India, pero también en Europa, como en Francia, que influenció a la Escuela de Annales o a académicos en el Estado español como Josep Fontana.

Sin embargo, toda la historiografía marxista ha caído en desgracia, debido principalmente a la ofensiva neoliberal que sigue avanzando entrado ya el siglo XX en su segunda década.

Pero vayamos al tema que nos ocupa, las rebeliones de los/as oprimidos/as en la Antigua Roma.

Durante los 70, el análisis del historiador soviético Kovaliov fue ampliamente consensuado y difundido, desde su obra “Historia de Roma”. Editado en 1948, en Leningrado, no está exento de caer en “presentismos” de su época. Recordémos que el autor se encuentra en la URSS en plena época estalinista tras la II guerra mundial. Como venía de la historiografía soviética, es normal que cite desde el principio a Engels y ya en la misma introducción a Stalin (el cual decía que en Roma se dió “La grandiosa revolución de esclavos que liquidó la sociedad esclavista”).

Quizás, Kovaliov intenta ver un Partido democrático romano página a página durante toda la historia romana, cuando lo que existieron fueron reformas.

Stalin también usa abusivamente el término “revolucionario” en su obra “Cuestiones del leninismo”, cuando habla de que se conocieron luchas sociales tan grandes como las guerras civiles del s. II y I A.C. , los movimientos de masas de colonos, de los esclavos y de los bárbaros del s. II D.C. “liquidaron” a los propietarios de esclavos y suprimieron la sociedad esclavista de explotación de los trabajadores.

En realidad, no sustituyeron ningún sistema esclavista por otro democrático, aunque a algunos explotadores si que se los llevaron por delante.

De todas maneras, Kovaliov, si que hace un análisis más puramente marxista, y llega a decir que no se dan las condiciones para una revolución socialista, puesto que ni han llegado a industrializarse ni el sistema esclavista está al borde del colapso para que llegue la revolución, tal y como propugnaba el materialismo histórico de Marx y Engels.

Es por ello, que en éste artículo he querido que el análisis de Kovaliov sea el eje del mismo, toda vez que haré comparaciones con otros pensadores. Para ello, dividiré el texto en tres hechos significativos de rebeliones de abajo a arriba, que sacudieron el mundo románo:

a) La “Secessio Plebis” (Secesión plebeya), o las luchas entre plebeyos y patricios, entre el 494 y el 287 A.C.

b)Las guerras serviles como la rebelión de Espartaco, entre el 135 y el 71 A.C.

c)Las rebeliones Bagaudas, que comienzan en 284 D.C. , llegando a su auge en el s. V, y que se prolongan hasta entrada la alta edad media.

Vamos allá.

a) La Secesssio Plebis.

Durante la república aristocrática de los patricios (S. IV-s.III A.C.), los patricios eran los amos absolutos. Los plebeyos por su parte seguían conservando incluso residuos del ancestral matriarcado, además de que en un principio la tierra estaba distribuida bastante igualitariamente y la riqueza comercial e industrial-artesanal- era gestionada por ellos, según nos cuenta Engels en su obra “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”.

Kovaliov afirma que la lucha de clases entre los romanos comenzó con la formación de la república.

En el 494 A.C. Los plebeyos se sublevaron a causa de las excesivas deudas contraídas con los patricios, que en muchos casos los convertían en esclavos.

En ese momento, estaban en guerra con los Volscos, Ecuos y Sabinos.

Los soldados plebeyos se retiraron al Monte Sacro, aunque hay quién afirma que se fueron al Monte Aventino, en una clara secesión de la Roma originaria, el conato de una de las primeras huelgas de la historia. Es decir, si nos estáis oprimiendo, pues nos vamos y no combatimos.

Los Patricios tuvieron miedo de que los plebeyos formaran un estado independiente y finalmente concedieron varias mejoras.

Así es como surgieron los tribunos de la plebe, los funcionarios plebeyos en el Senado que defenderían los intereses de éstos. Por supuesto, hay baile de fechas sobre esto entre los antiguos historiadores romanos.

A partir de ahí, crearon una organización estatal plebeya paralela, un estado dentro del estado.

Hacia el 460 A.C. Hubo varias revueltas, que Kovaliov trata de revoluciones, y que desembocarán en 451- 450 A.C. En la codificación de leyes (las XII tablas). Para ello enviaron una delegación a Atenas, para basarse en la leyes de Solón.

Solón
Solón había sido un legislador y poeta ateniense, que en el 594 A.C., unos 150 años antes, Promulgó una constitución donde se abolió la esclavitud por deudas y donde se dio cuotas de poder político a otros estamentos no aristocráticos.

Los plebeyos romanos, con este códice por escrito, pudieron blindarse ante las arbitriaridádes de los patricios.

La República. (S.II A.C.- 30 A.C.)

Estos procesos precipitaron la constitución de una república.


Durante el s. II A.C. Se desarolló la conquista romana de Hispania, y es por ello que vamos a detenernos en ello, dados los apuntes que realizaba sobre el tema, el anarquista Felipe Alaiz en 1945 en el exilio francés, en varios libretos llamados genericamente “ Hacia una Federación de autonomías ibéricas”y que en su capítulo 3 se subtitula “El municipio español desde la época de Roma”. Alaiz, es un precursor de la historia social, que se basa en la idea kropotkiniana del apoyo mútuo.

Al respecto dice que Algunas tribus y ciudades (íberas) habían gozado de autonomías (…) las llamadas “inmunes”, exentas de tributos, pero las libres y federadas eran independientes de hecho y de derecho, cómo Ilerda (Lérida/Lleida). Solo ayudaban a Roma excepcionalmente con soldados y barcos.

En la parte no intervenida se construían obras locales y comarcales de utilidad pública por prestación personal y voluntaria de los propios interesados.

La esclavitud en estas zonas era atenuada o incluso desconocida

Pequeños municipios (vicus) tenían ley propia, y aunque dependían de las urbes, tenían asambleas vecinales aldeanas donde deliberaban asuntos de su incumbencia y lo resolvían con cierta autonomía hasta la llegada del Imperio.

Afirma además, como propone Kropotkin en su “Apoyo mútuo”, que antes de llegar los romanos se daba el trabajo familiar o más extenso, pero sin dominación.

Sin embargo, es sorprendente que Alaiz no hable del pueblo celta de los Vacceos, situados en el norte de Castilla, cerca de lo que hoy es Valladolid.

El historiador romano Estrabón si que los cita, caracterizándolos por la inexistencia de propiedad privada , y donde las tierras eran de propiedad común.

La propiedad se guardaba en almacenes comunales, siendo distribuidas según las necesidades, así se ayudaba a los que no podían trabajar : viejos, enfermos o viudas.

Si no se trabajaba la tierra asignada por el consejo, o se robaba parte de la producción propia, se llegaba a penalizar con la muerte.

Son un ejemplo de protocomunismo, tal y como llegó a afirmar el mismísimo Joaquín Costa en su libro “ La religión de los celtiberos y su sociedad política y civil” de 1917.

Su producción llegó a ser tan grande que otras tribus prerromanas como numantinos o arévacos, dependían de ella.

Sin embargo, también se ha constatado mediante la arqueología la coexistencia de la propiedad privada y cierta estratificación social, con aristocracias militares incluidas.

Asimismo, parece que algunas tribus vecinas, como las de los Vetones, también usaron cierto colectivismo.

Tras la conquista total de Roma en Hispania todo esto desaparecerá para integrarse en Roma.

b) Las guerras serviles.

Entre el s. II y el I A.C. El antiguo sistema esclavista sufrió cambios. Tras las conquistas aumentó el número de esclavos, así como la “proletarización” del campesinado, y además había surgido el subproletariado urbano.

Estas conquistas elevaron la vida económica, que provocó un insensato lujo en las clases altas, así como la concentración de tierras en sus manos.

Muchos campesinos arruinados se unieron a las legiones. Otros, fueron a las ciudades en busca de trabajo, donde sin embargo era difícil encontrarlo dada la cantidad de esclavos que desempeñaban estas funciones.

Por otro lado, el Estado daba a los hombres libres con ciudadanía romana (léase campesinos arruinados) dinero y víveres, por lo que podían vivir sin hacer nada: se convirtieron en una masa desclasada parásita que llenaba los circos : El lumpenproletariat de Marx.

Kovaliov, siguiendo el análisis de Marx y como buen stajanovista, les hace culpables de la degeneración de la incipente democracia y el fin de la república.

Precisamente es en “El capital” de Marx y Engels donde se afirma que el capital mercantil y usurero llegaron al punto máximo de desarrollo en el s. I A.C.

Si el s. II A.C. Había sido el período de apogeo del sistema esclavista romano, para el s. I A.C. Los conflictos sociales se agudizarán, así como las guerras civiles, sociales (de los Socii= socios de Roma, no confundir con guerra entre clases) y las serviles.

Según el punto de vista marxista, podrían llegar al punto de revolución, tras haber agotado las fases de rebelión armada, el cambio en los medios de producción unido a un periodo de decadencia de las clases altas, pero esta decadencia todavía no había llegado y por supuesto, los medios de producción no habían cambiado de manos.

Para Kovaliov, la revolución vendrá después, al final del Imperio, cuando colonos en régimen de casi esclavitud, bárbaros y esclavos pondrán fin a la antigua sociedad.

Pero la nueva sociedad no será ni mucho menos socialista revolucionaria, sino más bien dará paso gradualmente al cristianismo medieval.

Las guerras serviles serán varias y con diferentes planteamientos y factores. Desde luego, lo que no deberíamos hacer es romantizarlas, pues no deberíamos ver en ellas a esclavos recién liberados a sangre y fuego, sujetos revolucionarios convertidos por arte y gracia en ciudadanos del amor con planteamientos libertarios.

La historia es más compleja.

Entre el 140 y el 120 A.C. Se darán diversas rebeliones de esclavos en Sicilia, aunque también en Asia menor.

La más famosa será la rebelión de Sicilia entre 136 y 132 A.C. Protagonizada por el esclavo Euno de Siria.


Los esclavos rebeldes liderados por Euno se adentraron de noche en el pueblo de Enna en Sicilia y mataron a casi toda la población libre, aunque respetaron a algunos esclavistas que habían sido buenos con ellos y solo destruyeron las grandes propiedades esclavistas.

Euno se convirtió entonces en el rey Antíoco y adoptaron el sistema de monarquía helenística oriental, propia de la Siria de entonces.

El movimiento se extendió, llegando a ser 200.000 esclavos convertidos en soldados.

Sin embargo, para el 133 A.C. Fueron aniquilados.

Al año siguiente, fue Aristónico ó Eumenes III , pretendiente al trono de Pérgamo (Grecia) el que se sublevó junto a esclavos y desheredados. Se llamaron los ciudadanos del sol, influencia oriental total.

Fueron derrotados en el 130 A.C.

Las reformas “socialistas” de los Graco

Estas rebeliones de esclavos obligaron al Tribuno de la plebe, Tiberio Graco, a plantear la reforma agraria. Por entonces, existía “el círculo de los Escipiones”, con el propio Escipión o el historiador Polibio, que teorizaban sobre algo aproximado a la democratización de Roma, salvando las distancias con la democracia moderna, por supuesto.

Como Tribuno de la plebe, Tiberio Graco, presentó su reforma agraria en el 134 A.C. Que provocó un verdadero movimiento de masas popular a favor de dicha reforma. La base de ésta era un equitativo reparto de la tierra.

Contaría además, con tierra estatal para redistribuirla entre los campesinos más pobres.

Esto afectaba claramente a los intereses de los grandes poseedores de la tierra, la nobleza, los patricios.

Al triunfar la reforma, Tiberio fue más lejos y propuso otras medidas que favorecían al pueblo: Disminución del servicio militar, derecho de apelación al pueblo contra sentencias patricias, concesión de ciudadanía romana (osea, derecho romano) a latinos y aliados de Roma, etc.

No las llevó a cabo.

Durante la asamblea, en el verano del 133 A.C. Los reaccionarios mataron a Tiberio y a 300 de los suyos. Comenzó entonces la persecución a los partidarios sobrevivientes de Tiberio, que curiosamente muchos encontraron refugio en Pergamo, junto a los esclavos rebeldes de Aristónico.

Los Graco.

Cayo Graco, hermano menor de Tiberio, continuará su lucha, siendo nombrado Tribuno de la plebe en el 124 A.C.

Su ley del trigo, evitaba desorbitar los precios del mismo, y fue la precursora total del posterior reparto gratuito de pan para el pueblo romano.


En el 121 A.C. Se les hizo una encerrona mortal a los partidarios de Cayo Graco en el foro de Roma. Éste, al verse rodeado pidió a su esclavo que lo matara, y habiendo cumplido esto, el mismo esclavo se suicidó.

Así, de nuevo, el reparto de tierras fracasó.

Sin embargo, se volvieron a producir rebeliones en Sicilia como la del 104 A.C. Comenzó como una rebelión de 80 esclavos a los que se unieron miles.

A su líder, el esclavo Salvio, lo proclamaron rey y lo rebautizaron como Trifón.

Eligieron un consejo y dividieron su ejercito en tres.

Paralelamente, surgía otra rebelión, la del esclavo Cilicio Atenión. Éste no incorporó a todos los esclavos al ejercito sino solo a los más aptos. El resto trabajarían la tierra, no como esclavos, sino como comunidades libres.

Atenión se convirtió en el comandante de Trifón, por lo que así no se dieron luchas de poder intestinas, y los dos ejércitos se unieron.

Pero una vez más, los esclavos fueron aplastados por las legiones romanas.

Aún así, otro foco estallaba simultáneamente en el Ática (Atenas) en las minas de Laurión, y a la vez se rebelaban los esclavos escitas en el Reino del Bósforo.

Todos fueron derrotados.

Espartaco

Espartaco fue un esclavo de origen Tracio (hoy en día entre Bulgaria y Grecia). Al invadir Roma al pueblo de los medos (Macedonia), Espartaco fue obligado a luchar con las legiones romanas, de las que desertó.

Una vez capturado, junto a su mujer, fue obligado a servir en la Escuela de gladiadores de Capua (cerca de Nápoles, Península Itálica). Todas las fuentes históricas dicen de Espartaco, que poseía una gran fortaleza física y que era una persona culta. En el 73 A.C. Éste junto a unos galos y unos celtas se rebelaron, escapando al monte Vesubio, desde donde saquearon los alrededores.

Espartaco dividía el botín en partes iguales, por lo que se comenzó a correr la voz de su generosidad y empezó la afluencia de esclavos huidos de fincas vecinas para engrosar su tropa.

Tras derrotar a varias legiones romanas, el movimiento se extendió por el sur de la península.

Cuentan que Espartaco siempre trató de impedir los desmanes en su tropa.

Cuando hubo reunido unos 70.000 hombres, su plan consistía en conducirlos fuera de Italia, a través de los Alpes orientales, pues sabía que tarde o temprano el ejercito romano podría acabar derrotándolos. Pero si cruzaban el limes (la frontera romana), todos los esclavos podrían volver a sus tierras de origen.

El galo Crixo se separó de espartaco con 20.000 hombres y se quedó en el sur realizando acciones ofensivas, mientras que Espartaco y el resto empezaron a subir por la península. La fama de Espartaco crecía y cuando llegó al norte, su ejercito contaba con 120.000 soldados.

Kirk Douglas interpretando a Espartaco
Crixo fue derrotado por los romanos, pero Espartaco derrotó a tres ejércitos romanos en los montes Apeninos y en Módena.

Tras estas victorias y el aumento de tropas, la moral subió hasta el infinito y los esclavos exigieron a su jefe que marcharan definitivamente a Roma. No llegaron a entrar en Roma, pues debieron rodearla debido a su defensa, así que se dirigieron al sur de nuevo.

Parece que el objetivo era llegar a Sicilia y negociar con los piratas una huída por mar hacia los Balcanes. Hubo desacuerdos entre ellos, y galos y germanos se separaron en otro grupo, el cual fue derrotado.

Espartaco no llegó a Sicilia, cercado como estaba por las legiones romanas, así que esperaba poder huir por el mar Adriático hacia los Balcanes, pero no pudo.

En la primavera del 71 A.C. Tuvo lugar la última batalla, la de Apulia. Los esclavos fueron derrotados, 60.000 murieron en la batalla, entre ellos el mismo Espartaco, del que nunca se halló su cuerpo. 6000 rebeldes fueron hechos prisioneros y crucificados en la vía que iba desde Capua a Roma.

Algunos grupos aislados continuaron luchando. Los que más suerte tuvieron, se unieron a los piratas.

Marx definió a Espartaco, como el verdadero representante del antiguo proletariado.

Como consecuencia de la rebelión, Roma perdió 100.000 esclavos, los campos fueron devastados y algunas ciudades destruidas.

Creció el número de libertos, y los propietarios, en adelante, prefirieron los esclavos nacidos en casa.

El imperio.

Con Augusto llegó el imperio entre el 30 A.C. Y el 14 D.C. En adelante.

Con él llegarían las sagas de emperadores como los Flavios, los Antoninos, los Severos, etc.

Durante el Imperio diversas leyes suavizaron la situación de los esclavos. Claudio, por ejemplo, promulgó leyes como aquella de que en caso de maltrato al esclavo, este podía pedir su libertad. También, si era asesinado un esclavo era considerado asesinato, y el amo podía ser juzgado por ello. Pero recordemos que aún era una sociedad esclavista, por lo que hecha la ley, hecha la trampa, pero un avance ya era en si mismo.

Durante el Imperio también disminuyó el número de esclavos y creció el número de ociosos. Durante los dos primeros siglos, la crisis agudizó los contrastes sociales, pauperizando a esclavos y clases bajas.

Sin embargo, no deberíamos olvidar una cuestión, y es que el sistema esclavista se nutría principalmente de bárbaros: estos eran realmente los esclavos, que a veces lograban ascender en la pirámide social.

Y si el ejercito comienza a debilitarse debido a la crisis, los barbaros pasarán al ataque, como veremos.

En todo caso, esclavos y bárbaros entrarán en el ejercito y en la vida romana : se llamó “la barbarización del Imperio”.

Al respecto de los bárbaros tenemos apuntes realizados por Kropotkin en su libro “El apoyo mutuo”.

Según él, la ayuda mutua entre los bárbaros, la comuna aldeana, fue práctica común en tierras británicas y se conservó desde la llegada de los sajones hasta la conquista de los normandos, pero también se dio en la Galia, y de los celtas vacceos en Hispania ya he hablado unas líneas atrás.

Se trata de un renacimiento de la organización tribal.

En estas aldeas la propiedad de la tierra era común, y si existía la propiedad privada hereditaria era en base a bienes inmuebles : ganado, instrumentos, armas o la casa familiar.

Esta asociación también cultivaba la tierra en común, y practicaba el apoyo mutuo en cuestiones de autodefensa, además de decidir entre todos lo relatico a lo económico, educacional o militar.

En casos de desacuerdos, para las riñas entre vecinos por ejemplo, se establecían mediadores.

Es parecido a aquello que se realizaba o realiza en Euskal herria, llamado Auzolan, que no es otra cosa, que el trabajo de la comuna o barrio, es decir, el apoyo mutuo entre vecinos. En las huertas valencianas también se practicó desde tiempos inmemoriales hasta bien entrado el s. XX, el llamado A tornallom.

Los bárbaros tenían también su propia justicia, por ejemplo ante el asesinato, la familia de la victima debía asesinar al homicida. Esto se hacía para no arrastrar a la guerra a diferentes clanes, y era asumido por la aldea.

Más tarde, se exigieron que en vez de muerte, se cambiara la sentencia por una indemnización, eso sí, bastante elevada para quitar las ganas de matar.

Otras veces, el asesino se convertía en el nuevo hijo de la familia afectada y así compensaba la pérdida con su trabajo.

Muchas aldeas se convirtieron en federaciones o confederaciones de tribus, dándose por ejemplo el caso de los vándalos. Mientras unos vándalos cruzaban el Rhin para saquear el Imperio, otros cuidaban sus casas y tierras, sin tomar posesión de ellas, puesto que eran miembros de su confederación.

Kropotkin pone ejemplos de su tiempo, como parecidas asociaciones en Siberia , en la Kabilia o en Malasia.

Las Bagaudas

En la Galia de 187 D.C., el ex-legionario Materno había organizado un ejercito de esclavos, desertores y fugitivos, que saquearon parte de la Galia e Hispania.

Según Kovaliov, el movimiento de Materno se erigía en la defensa de los oprimidos, destruyendo prisiones y liberando a los presos.

Materno, llegó incluso a disfrazarse para llegar a Roma y junto a un “comando” de confianza intentaron asesinar al emperador, pero fueron descubiertos y ejecutados.

Hacia comienzos del s. III se empiezan a dar las premisas para un cambio social.

Se redujo el peso de los esclavos, puesto que los colonos, campesinos sujetos a los latifundistas, eran en efecto, prácticamente esclavos.

Los frecuentes motines militares y las diversas invasiones bárbaro-germánicas crearon un ambiente de gran inestabilidad.

Aún hubo otra rebelión de esclavos en Sicilia en 264, la cual tardó en sofocarse debido a la falta de tropas romanas, dispersadas geográficamente a causa de las invasiones bárbaras.

En el 269, campesinos y soldados empobrecidos comenzaron a sitiar ciudades galas : comenzaba el movimiento de las Bagaudas.

Hemos de recordar que simultáneamente a los levantamientos bagaudas, lo hacían las ocupaciones bárbaras.

En el 280, las Bagaudas alcanzaron su punto máximo de desarrollo. Esclavos, colonos y baja plebe urbana estaban unidos, apoderándose de las ciudades galas, de los instrumentos de trabajo, acuñando incluso moneda propia.

Cuando eran derrotados por las legiones, volvían a los montes, operando como verdaderas guerrillas.

Esto se prolongó unos 150 años.


Paralelamente, estamos ante el auge del cristianismo primitivo.

En él, encontramos herejías como la de los Donatistas, que en el s. IV quemaban y destruían propiedades, masacraban ricos propietarios agrarios y liberaban a esclavos y colonos.

Finalmente, bárbaros y bagaudas llegaron a aliarse, como la alianza con los suevos que derivó en saqueos conjuntos. También se aliaron con poblaciones autóctonas, como los vascones en Hispania.

Todo esto (junto a muchos más factores) hizo que el Imperio romano se disgregara y que paulatinamente se convirtiera en otra cosa. Y es que, al calor de las últimas teorías, Roma no cayó de un día para otro, sino que se transformó, haciéndose más pobre.

La cultura romana fue hibridándose con otras hasta el s. IX.

De todas maneras, Kovaliov, no da la importancia debida a las bagaudas, como si lo hace con las guerras serviles. Será otra corriente historiográfica marxista, la británica, con historiadores como Hobsbawn o Thompson la que prestará mayor atención a estas.

E.A. Thompson, el creador del clásico manual “La formación de la clase obrera británica”, iniciará el estudio de las bagaudas ya desde la revista marxista británica “Past and Present” en los años 50.

También publicará cierta información al respecto la revista soviética de historia “Vestnik dresnev istorii” durante los 50, 60 y 70's.

Si los historiadores soviéticos veían en las bagaudas un claro precedente revolucionario de la lucha de clases, Thompson verá en las bagaudas, rebeldes que luchaban contra la opresión romana, incluso buscando la secesión del Imperio.

Curioso, porque así empezaban las luchas entre plebeyos y patricios, con la “Secessio plebis”.

Hoy en día, están más aceptadas quizás, las teorías multifactoriales para estos procesos históricos, donde encontramos elementos interclasistas que responden a un vacío de poder de Roma, donde se organizan ejércitos privados desde donde defenderse de las invasiones bárbaras, que derivarán en los señores de la guerra medievales.

Si bien es cierto, que bien entrado el s. XXI la historiografía marxista está en clara regresión, su evolución, la historia social, sigue presente en varias universidades.

De todas maneras, espero haberos alumbrado un poco entorno a la desconocida historia de Roma y sus rebeliones, y haberos alejado de la concepción monolítica que se tiene de una Roma implacable, de una Roma sin aristas.